© ELISA PORTOLÉS E INFOPALANCIA .-
Maldita sociedad que nos la siguen montando para que hasta cuatro hagan de protagonistas y el resto estemos divididos: o seamos el público activo y fervoroso que aplaude y asiente o el público pasivo e indolente que en un banco de una plaza perdida, en un sofá desgastado y ruidoso, o en un parque rodeado de gente solitaria dejemos pasar las horas, los días, la vida…
Pero todavía quedan singularidades alternativas que se resisten a ello y buscan su hueco laborioso y diligente al margen de estos cánones oficiales y oficiosos intentando ser ellas mismas, no entrar en la vorágine mediática que consigue que dejes de ser tú para convertirte en el personajillo que la casa mediática quiera que representes, gente que tira murallas para no pertenecer a los moldes que indique la modernísima moda moderna porque sienten que, en cada concesión, se les escapa un trozo de sí mismos, una escama de su autenticidad… Así es esta campeona.
La primera vez que escribí para Elisa Portolés, lo hice reconociendo la originalidad de su cocina para amiguetes, su deseo de anfitriona de ofrecer cosas nuevas con productos viejos, no me pude resistir y le ofrecí un cursi soneto una de cuyas cuartetas la homenajeaba así: ¿Quién guisa y reguisa a su guisa/ tallando mora helada como aguamarina?/¿Quién pone la imaginación de Elisa/ en ese triatlón de cariño surgido en la cocina?
Hoy vuelvo a escribir sobre ella porque comentando sus recientes logros nacionales -subcampeona de España en duatlón y triatlón- me indicaba guasona que estos últimos resultados, al ser publicados este año en InfoPalancia, habían tenido una repercusión pública y personal infinita: correos, guasaps, llamadas telefónicas, felicitaciones por la calle… Sus anteriores QUINCE ¡campeonatos de España! no habían superado el entorno cotidiano que la rodea y no la habían convertido en un referente entre las Medusas del Regajo, pero una noticia en este medio ¡como subcampeona! la habían colocado en la cima mediática de la provincia.
Ya es pues estrella del deporte veterano aunque sé que jamás ha buscado ese estrellato y sé que seguirá ofreciendo su total autenticidad, por eso desde ahora, cuando siga colaborando incondicionalmente con cualquier entidad deportiva comarcal como siempre lo ha hecho, cuando siga empolvándose por nuestras sendas en sus entrenamientos, además del sudor o el agotamiento, tendrá que cargar con esta fama sobrevenida y eternamente efímera, aunque yo, si ella me lo permite, continuaré haciéndome las mismas culinarias preguntas: ¿Quién preña la morcilla en la harina/ naciendo un crep con cascabel de risa?/ ¿Quién ahoga los higos en granadina/ robados para arrobarnos, sino Elisa?
Elisa Portolés e InfoPalancia
Manuel Vte. Martinez