La oblación floral a la Virgen de la Cueva Santa de Segorbe es una de las pocas actividades festivas incluidas este año en el llamado programa de actos alternativos y, en la que, a lo largo del día han participado un gran número de personas.
La ofrenda ha sido realizada a título personal y muy escalonadamente bajo el retablo que preside la plaza de la Cueva Santa de Segorbe, hasta donde también han desfilado las Reinas Mayor e Infantil de las Fiestas y algunas asociaciones y colectivos locales.
Antes de llegar a la plaza, en la puerta de la Iglesia del Seminario, se han ido turnando las componentes de las Doncellas Segorbinas para custodiar y mostrar la imagen de la venerada “Blanca Paloma”.
La calle de Colón ha sido cubierta en parte con una alfombra roja y delimitada con vallas, debiendo cumplir los participantes con la distancia social y medidas higiénicas de seguridad establecidas por el Gobierno y visibilizadas en en el recorrido.
Así numerosas personas han podido cumplir con esta arraigada tradición segorbina y con su devoción hacía su patrona, que en algunos casos ha sido llevado a cabo con mayor sosiego y mayor número, dado que como comentaba alguna de las presentes “otros años no he venido a la ofrenda porque me tenía que vestir de segorbina y este no”.
Con traje o sin traje lo cierto es que los segorbinos honraran mañana a su patrona con una Misa Pontifical en la Catedral, un ramillete de fuegos artificiales y un castillo nocturno.
Chelo Torrejón – Fotos:José Plasencia