Gritan las piedras
en la tarde silenciosa;
las aristas retuercen
el rumbo de sus columnas
que al vacío se sumergen.
De repente nace
un revuelo de sonidos alados,
creando una formación de acordes
que al cielo vuelan..
..muy disciplinados.
Oberturas y sinfonías
aventando a las rocas;
a la firmeza y al honor
y a la fuerza del sulfúrico rayo…
… que en sus cortezas rebota;
cabrilleando relámpagos enlocados,
¡Que se los lleve el diablo!.