Qué bonito es recordar buenos momentos que pasaste en tu vida y reconocer a cada uno de tus seres queridos.
- – Hola papá, ¿Cómo estás?
- – Perdóneme pero no le conozco.
- – ¡Papá! Soy yo, tu hijo.
- – Yo no tengo hijos
- – Sí que tienes. Y además un nieto.
- – No me moleste más, me voy a mi casa.
- – Esta es tu casa papá.Invadido por la ausencia de recuerdos, vive cada día como si fuera único, mientras sus seres queridos inundados en lágrimas, lo observan con tristeza y amor.Él no recuerda, habiendo perdido los bellos momentos que pasó en su vida junto a su familia. Esa familia que sigue a su lado, dándole todo su amor, mientras él, sumido en una laguna permanente de ausencia, no puede reconocer quienes son las personas que lo cuidan y aman cada día.
Maldita enfermedad que roba toda una vida en la que aprendiste, sufriste y disfrutaste. Ahora, pudiendo contar tus mil y una batallas reunidos en familia, llega él y te arrebata esos maravillosos momentos.
«Alzheimer, ladrón de vivencias. Ladrón de recuerdos»
Vicente Herrero – Foto: Vicente Herrero