La cooperativa de Viver recupera la alubia del confit. La legumbre estaba prácticamente desaparecida y es utilizada para cocinar la Sopa del Santo
La Cooperativa Agrícola de Viver vuelve a ser noticia. En este caso por haber recuperado y puesto a la venta una variedad autóctona de alucia prácticamente desaparecida, la llamada alubia del confit.
La recuperación del cultivo ha sido posible gracias al compromiso de los asociados, que pese a ser este el primer año que han dedicado a recuperar la legumbre han conseguido recolectar más de 1.000 kilos de sabrosas alubias.
La alubia se vende en la propia cooperativa y tiendas asociadas a la misma a un precio medio de diez euros el kilo, lo que la pone al alcance de todos los bolsillos.
Esta variedad de alubias es bastante típica de la España oriental, aunque actualmente es conocida y apreciada solo en los pueblos donde se cultiva.
La alubia mide alrededor de 2 o 2,5 centímetros de largo por 1,5 centímetros de ancho y 0,8 de grosor y resulta de un agradable y suave sabor que la hace muy apetecible para el paladar.
Antes de consumir esta legumbre hay que dejarla a remojo en torno a 24 horas, hasta que duplique o triplique su tamaño. Se come cocida de mil maneras: con un buen sofrito de cebolla, con laurel y pimiento, guisada con carne de cerdo, en ensalada, en crema, con tellinas…
La plantación se realiza en el mes de julio, mientras que su recogida se efectúa en noviembre. Para crecer necesita un poco de fresco y una elevada humedad.
Por este motivo la planta desarrolla precozmente una gran cantidad de flores que no caen si se mantiene una humedad constante. Se dice que la planta antes de producir debe crear una especie de selva, en referencia al desarrollo decididamente intenso que forma. Las vainas se dejan secar en la planta para posteriormente recolectar y, ya en casa, extender para terminar de secar y limpiar.
Viver recupera la alubia del confit
Chelo Torrejón